(Síntesis y selección de párrafos)
Diversidad
cultural
La tolerancia social y la apertura de mente es esencial para respetarnos
unos a otros y poder convivir sin problemas
Por Ileana
Delgado Castro /ileana.delgado@gfrmedia.com
Todos, en algún momento de la vida, podemos ser extranjeros en alguna parte
del mundo. Y, en ese caso, seguramente no nos gustará ser discriminados,
escuchar un chiste o un comentario peyorativo debido a nuestro origen, color de
piel o forma de ser.
Precisamente, en eso debes pensar cuando sientas la tentación de
ridiculizar, estigmatizar o excluir a alguien por su nacionalidad, raza, género
o apariencia. Ese odio, recelo, hostilidad e intolerancia hacia el extranjero
tiene nombre, xenofobia. Aunque también suele utilizarse para describir la
fobia hacia grupos étnicos diferentes o hacia las personas cuya fisonomía
social, cultural y política se desconoce o no se entiende.
Se trata, de hecho, de un tipo de discriminación que se basa en distintos
prejuicios, históricos, religiosos, culturales y nacionales.
Por eso no es extraño que también abunden los chistes y la intolerancia
hacia ciertos grupos de la población que se perciben como diferentes “El humor
se debe utilizar para crear momentos de relajación y diversión. Pero no debe
ser a costa de ideas morbosas, sexistas o por la nacionalidad de una persona.
Eso lo que hace es crear un momento de incomodidad”, indica Rivera.
Ridiculizar o disminuir a un ser humano es una conducta inaceptable y que
deja mucho que decir de él como persona.
Y aunque acepta que cuando se comparte con una persona de otro país puede
haber algún choque cultural porque las costumbres no son las mismas, dice que
lo importante es conversar y buscar el punto común.
“Generalmente son más las cosas que nos unen que las que nos separan. Y,
aún si hay diferencias, siempre se pueden encontrar equivalencias”, agrega
Rivera, mientras enfatiza en la importancia de combatir los estereotipos.
“A veces se critica por el acento, la forma de ser, su color de piel o sus
costumbres. Pero no pensamos que uno mismo puede pasar lo mismo y que en alguna
otra parte del mundo, uno también va a tener un acento y va a ser diferente”,
advierte la psicóloga.
De ahí la importancia de la empatía, de ponernos en la piel de la otra
persona. “Eso significa poder comprender los sentimientos y emociones de ese
otro como si fueran mios”, afirma Rivera.
Respeto y tolerancia
Pero la realidad es que vivimos en una sociedad que tiene un problema serio
de racismo, señala la psicóloga social comunitaria Mariluz Franco, del
Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias de la Universidad de Puerto
Rico, recinto de Cayey.
“Para empezar, hay una
estigmatización distinta con respecto a los diferentes grupos de inmigrantes.
Por ejemplo, muchas veces el racismo se ve más hacia los dominicanos, que
tienen la piel más oscura”, indica Franco, quien también enfatiza en la
importancia de la enseñanza temprana para aprender sobre los conceptos de
respeto y tolerancia.
“Es esa falsa idea de que hay unas
personas que son superiores a otras. Pasa lo mismo cuando se hacen chistes
xenofóbicos y se describe al inmigrante como bruto, vago o criminal y eso tiene
unas repercusiones”, agrega.
“Gran parte del problema es que cuando
hablamos de diversidad cultural todavía se ve todo de una forma muy
superficial. No es solo bailar bomba o comer mangú. Por eso creo que debemos ir
más allá y reconocer el racismo”, sostiene Franco, quien destaca que hay que
hacerlo a nivel individual e institucional.
Y es que, ser tolerante y abierto de mente es esencial para respetarnos
unos a otros y poder convivir sin problemas.
http://www.elnuevodia.com/diversidadcultural-1526445.html
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